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El pueblo toma su nombre del apellido GORDO,
muy común entre sus habitantes. El origen del apellido es abulense,
dado que este pueblo perteneción a la provincia de Ávila hasta el 30
de Noviembre de 1833 en que se hace una nueva división de la
provincia y pasa El Gordo a la de Cáceres junto con algunos otros
pueblos como Berrocalejo.
El Gordo: Más cigüeñas que personas
Por ALFREDO MERINO (el mundo viajes.com):
"La primera parada de la ruta está al poco de traspasar la linde
extremeña. Es el llamado Campo de Arañuelo, una comarca que limitan
los ríos Tiétar y Tajo y la sierra de Miravete. Tierra de cultivos y
dehesas tiene como población más importante Navalmoral de la Mata y
como enclave natural más privilegiado el Parque Natural de Monfragüe,
nacido en derredor de la conjunción de ambos ríos. Allí prosperan
entre otras especies, la cigüeña negra, aunque no es a la esquiva
zancuda a quien veremos en este recorrido, sino a su confiada prima,
la cigüeña blanca.
Situado a un par de kilómetros de la nacional V, en el tramo
comprendido entre Navalmoral y Oropesa, y muy cerca del embalse de
Valdecañas, se sitúa El Gordo.
Fuera de este pequeño pueblo pocos lo saben. Aquí están orgullosos
de ello. En este pequeño pueblo cacereño, justo en la linde con
Castilla-La Mancha, vive una población de cigüeña blanca que, cuanto
menos, es igual de numerosa que los seres humanos que habitan bajo
ellas, en las casas sobre cuya techumbre han construido sus nidos.
A la entrada, un cartel señala la efemérides: Villa del Gordo, el
pueblo con la mayor colonia de cigüeñas de España. Más de 400; cada
lugareño toca a una por lo menos.
El Gordo es uno de estos pueblos olvidados por todos. Excepto por
las cigüeñas y por los ornitólogos que vienen de todas partes para
verlas. «La semana pasada estuvieron por aquí unos alemanes para
estudiarlas. No se podían creer que tuviéramos tantas, cuando en su
país es un pájaro que apenas se ve», afirma María, una lugareña que
se siente orgullosa de sus alados vecinos.
Igual que en la mayor parte de los pueblos que se extienden por la
amplia depresión del Tajo extremeño, siempre hubo cigüeñas en El
Gordo. Pero fue a partir de 1963 cuando las grandes aves eligieron a
este poblacho como el lugar preferido para su estiaje. Entonces se
construyó el embalse de Valdecañas, con la presencia de grandes
extensiones inundadas, contaban con abundante presencia de anfibios,
pequeños reptiles y pececillos, que son su principal fuente de
sustento.
En El Gordo están orgullosos de sus convecinos voladores, aunque no
dejan de reconocer que les traen serios quebraderos de cabeza: Con
sus voluminosos nidos, algunos de los cuales pueden alcanzar los mil
kilos de peso, deterioran las techumbres de los edificios donde los
construyen. Los vecinos se quejan de la falta de ayudas. «Estamos
contentos con las cigüeñas, pero necesitamos ayudas para arreglar
los tejados», señala el propietario de un bar situado en la plaza
del pueblo". |